Los antepasados de los tamiles, los miembros de la dinastía india Chola, conquistaron la región en el siglo XI y concedieron el estatuto de capital a la ciudad de Polonnaruva, que estaba más protegida de la invasión de los mosquitos propagadores de la temible malaria. Los Chola derribaron los antiguos monumentos de la ciudad para construir con sus piedras catorce templos hinduistas, de los cuales tan sólo se conserva el Vatadage, conocido también como "la cámara de las reliquias". Durante los años 1153 al 1196 se construyeron en Polonnaruva más de 200 templos budistas. En el siglo XIII la ciudad entró en decadencia. Fue abandonada y la jungla invadió los templos y monumentos. En el siglo XIX los arqueólogos ingleses realizaron numerosas excavaciones que sacaron a la luz templos y monumentos escondidos entre la vegetación. Entre ellos hay que destacar el Thuparama.