Portugal comparte la Península Ibérica en el extremo suroccidental de Europa con España. Geográfica y culturalmente un tanto aislado de su vecino, Portugal tiene una cultura rica y única, ciudades animadas y hermosos paisajes. Aunque fue uno de los países más pobres de Europa Occidental, con el fin de la dictadura y la introducción de la democracia en 1974, así como su incorporación a la ... Portugal, situado en el extremo más occidental de Europa, ocupa la mayor parte de la fachada atlántica de la Península Ibérica con una superficie continental de 88.892 kilómetros cuadrados y un total de 91.985 kilómetros cuadrados, incluyendo las Azores y Madeira. Su característica forma rectangular tiene una longitud de norte a sur de 561 kilómetros y una anchura de este a oeste de 218 kilómetros. Sus fronteras, todas ellas con España, están determinadas por líneas artificiales y varios cursos fluviales: al norte, el Miño, al Este, el Duero, el Tajo y el Guadiana, mientras que el Océano Atlántico constituye el límite occidental y meridional. Todo ello hace de Portugal uno de los “pequeños países” de Europa. El país está dividido territorialmente en: Porto y Norte de Portugal; Beiras; Lisboa y Vale do Tejo; Alentejo; Algarve; Azores y Madeira, que comprenden 11 provincias y 18 distritos continentales
Los principales ríos de Portugal son el Duero, el Mondego, el Guadiana y, sobre todo, el Tajo, que corre desde el centro de la península hasta el Atlántico.
Al norte del Tajo predomina lo verde, plateado y montañoso. La meseta peninsular se descompone en una serie de mesetas, inclinadas hacia el océano, separadas entre sí por agudos rebordes y estrechos valles. Sus cimas están muy desgastadas y no sobrepasan los 1.600 metros de altura. Es la zona de río Duero y de numerosas sierras, entre las que se encuentra la de Estrela, donde se localiza el Malhao de Estrela, que con sus 1.991 metros constituye el techo del Portugal continental.
Al sur del Tajo el relieve es más suave y las altitudes rara vez superan los 400 metros. Es tierra de amplios horizontes y penillanura salpicados, excepcionalmente, de algunas ondulaciones destacables, entre ellas, la Sierra de San Mamed
Madeira
Madeira está situada a 545 kilómetros de la costa occidental de África y a 978 kilómetros del Portugal continental. El Archipiélago está formada por las islas de Madeira, la más grande, y, a 50 kilómetros, Porto Santo, Desertas y Selvagens, estas dos últimas deshabitadas. Fue descubierta accidentalmente en 1419 por el navegante Joao Gonçales y su privilegiada situación le permitió el rápido desarrollo como puerto a partir del siglo XVI.
Azores
El archipiélago de las Azores está formado por nueve islas situadas en el Océano Atlántico, a 1.400 kilómetros de Europa y a 3.900 de Norteamérica, y formando un conjunto verde de grandes atractivos naturales que lo hacen un destino turístico especial, además de encontrarse a solo dos horas de vuelo de la Península Ibérica.
El archipiélago se divide en tres grupos de islas. El oriental lo forman Sao Miguel, que es la mayor, y Santa Maria. El central lo conforman Terceira, Graciosa, Sao Jorge, Faial y Pico. El occidental y más alejado lo componen Flores y Corvo.
Los orígenes de su colonización son confusos, pero parece que fue el navegante Diego de Silves quien desembarcó por primera vez en ellas en una fecha indefinida. Es seguro que en 1432 ya había colonos instalados en ellas.
La mayor cima de Portugal es insular y se sitúa en la Azores, donde el perfecto cono del volcán Pico llega a los 2.345 metros. Madeira, a pesar de sus reducidas dimensiones, posee un aspecto abrupto que no conocen las tierras continentales, con alturas máximas de 1.861 metros.
Unión Europea en 1986, ha significado un aumento significativo de la prosperidad. Puede que ahora sea uno de los destinos más económicos del continente. Esto se debe a que el país ofrece una diversidad paisajística excepcional, debido a su disposición Norte-Sur a lo largo de la costa occidental de la península Ibérica. Puede viajar en un solo día desde las verdes montañas del norte, cubiertas de viñedos y toda clase de árboles, a las montañas rocosas, con espectaculares pendientes y cascadas en el centro, a un paisaje casi desértico en la región del Alentejo y, por último, al glamoroso destino de vacaciones en la playa del Algarve. El clima, combinado con las inversiones en la infraestructura de golf de los últimos años, también ha convertido al país en un paraíso para los golfistas. Portugal fue nombrado en el año 2008 como el "Mejor Destino de Golf " por los lectores de Golfers Today, una publicación británica. Catorce de los cursos de Portugal están entre los 100 mejores de Europa. Si desea una visión condensada de los paisajes, la cultura y el estilo de vida europeos, Portugal podría ser el país ideal. Además de un tranquilo golf, Portugal es el epicentro del mejor surfing de Europa, sus playas vírgenes durante el otoño/invierno atraen a los surfistas con las enormes olas que caen del poderoso Atlántico.
Portugal tiene 900 años de existencia y, aunque tiene una superficie relativamente pequeña, ha desempeñado un papel crucial en la historia del mundo. Hoy en día, es el país más antiguo de Europa con las mismas fronteras. Durante los siglos XV y XVI, Portugal inició un gran capítulo en la historia del mundo con los Descubrimientos del Nuevo Mundo. Estableció una ruta marítima hacia la India y colonizó áreas en África (Angola, Mozambique, Cabo Verde...), Sudamérica (Brasil), Asia (Macao,...) y Oceanía (Timor Oriental,...) creando un imperio. La lengua portuguesa sigue siendo la mayor conexión entre estos países.
Portugal era el país más rico del mundo cuando su imperio colonial en Asia, África y Sudamérica estaba en su apogeo. Sin embargo, debido a que esta riqueza no se utilizó para desarrollar la infraestructura industrial, Portugal se convirtió gradualmente en uno de los países más pobres de Europa occidental en los siglos XIX y XX. En 1910, se estableció la República, aboliendo la monarquía. Sin embargo, esta República era frágil y se implementó una dictadura militar que duró 46 años, sumiendo al país en un marcado estancamiento. En 1974, Portugal se convirtió en una democracia libre, a partir de mediados de los años setenta, tras la revolución portuguesa, la economía del país se desconectó de las restantes posesiones de ultramar de Portugal en África y se reorientó hacia Europa. Y en 1986 se unió a la actual Unión Europea, acercándose rápidamente a los estándares europeos de desarrollo, estimulando un crecimiento económico fuerte y constante. Al igual que en otros países de Europa occidental, la economía portuguesa está dominada por los servicios; A principios del siglo XXI, el crecimiento económico había mejorado drásticamente los niveles de vida, aumentado los ingresos y reducido el desempleo. Además, desde la adhesión de Portugal a la UE, las grandes entradas de fondos estructurales, capital privado e inversiones directas han fomentado y sostenido el desarrollo. Sin embargo, Portugal fue uno de los países más afectados por la crisis de la deuda de la zona euro que estalló en 2009, y una serie de medidas gubernamentales resultaron ineficaces para detener el colapso económico del país. En 2011, la UE y el Fondo Monetario Internacional autorizaron un paquete de rescate millonario para Portugal, supeditado a la adopción de estrictas políticas de austeridad.
Fantasmas del pasado
Celtas, romanos, visigodos, moros y cristianos dejaron su huella en la nación ibérica. Aquí podrá contemplar tallas de piedra de 20.000 años de antigüedad en la Vila Nova de Foz Côa, contemplar la puesta de sol sobre misteriosos megalitos en las afueras de Évora o perderse en los elaborados corredores de los Sitios Patrimonio de la Humanidad de la Unesco en Tomar, Belém, Alcobaça o Batalha. Puede hacer un itinerario visitando palacios situados sobre bosques cubiertos de niebla, escarpados castillos en la cima de los acantilados y centros urbanos medievales asombrosamente conservados.
Los pueblos entrantes -fenicios, griegos y celtas- se entremezclaron con los habitantes establecidos, y los nativos celtas ocuparon los castros fortificados. Durante dos siglos fueron centros de resistencia a las legiones romanas. Posteriormente, los romanos, suevos, visigodos, musulmanes árabes, bereberes y judíos ejercieron influencia sobre el territorio. La ubicación de Portugal en el extremo occidental de Europa lo convirtió en un lugar de reunión para los grupos masivos de personas por tierra, y su larga costa invitaba a la gente de mar a asentarse.
El 91.9% de la población del país son de etnia portuguesa, y también hay un pequeño número de brasileños, chinos Han y personas de las antiguas posesiones coloniales de Portugal en África y Asia. Los marranos étnicos (descendientes de judíos que se convirtieron al cristianismo pero que en secreto continuaron practicando el judaísmo) constituyen actualmente alrededor del 1 por ciento de la población, y la población romaní (gitana) del país vive principalmente en el Algarve. El lenguaje es un vínculo muy común: El portugués es la primera lengua de casi toda la población.
El 81% de los ciudadanos portugueses son católicos romanos. Sin embargo, la asistencia regular a misa ha disminuido en las ciudades y los pueblos más grandes, particularmente en el sur. Menos del 2 por ciento de la población es protestante, siendo los anglicanos y metodistas las denominaciones más antiguas y más grandes. A finales del siglo XX, las iglesias fundamentalistas y evangélicas crecieron en popularidad, aunque el número de sus seguidores siguió siendo bastante pequeño. La población judía de Portugal también es pequeña, ya que los judíos fueron obligados a convertirse o emigrar durante la Inquisición a finales del siglo XV.
Actualmente la población rural de Portugal llega a ser de 37.1% de la población, la esperanza de vida en Portugal es alta en comparación con el resto del mundo, pero es ligeramente inferior a la de la mayoría de los demás países de Europa occidental. Las tasas de natalidad son aproximadamente la mitad de la media mundial; las tasas de mortalidad son ligeramente superiores a la media mundial. A principios del siglo XXI, el crecimiento de la población era lento y se preveía que comenzaría una ligera disminución.
La cocina portuguesa
Pan recién horneado, aceitunas, queso, pescado a la parrilla, cataplana (guiso de mariscos), carnes ahumadas - los portugueses han perfeccionado el arte de cocinar comidas simples y deliciosas. Sentarse a la mesa significa experimentar la riqueza de la costa portuguesa y de su fértil campiña. Por supuesto, no tiene que sentarse; puede tomar su pastel de nata caliente de pie en una pastelería de 1837 en Belém, o pasear por los pintorescos viñedos disfrutando de los aterciopelados puertos del Valle del Duero. Puede comprar en los mercados llenos de productos o reservar una mesa en uno de los mejores comedores del país.
Escenario Cinematográfico
Fuera de las ciudades, la belleza de Portugal se despliega en toda su sorprendente variedad. Puede practicar senderismo entre los picos de granito del Parque Nacional da Peneda-Gerês o adentrarse en el paisaje prístino y los pueblos históricos de las poco exploradas Beiras. Más de 800 km de costa ofrecen más lugares para disfrutar del esplendor. Contemple los espectaculares acantilados del fin del mundo, las playas cubiertas de arena o relajarse tranquilamente en las islas de arena frente a los tranquilos mares azules. Encontrará avistamiento de delfines en el exuberante estuario del Sado, paseos en bote y kayak a lo largo del serpenteante Río Guadiana, y memorables caminatas y paseos en bicicleta por todo el país, en fin este país ofrece muchas opciones para explorar.
Ritmos de Portugal
Los festivales llenan el calendario de Portugal. Como para poder darse un festín a lo largo de toda la noche, como la Festa de Santo António de Lisboa o la Festa de São João de Oporto. En el interior del país se celebran ferias de "patear los talones" y festivales de música rock y mundial a lo largo de toda la costa. Cualquier época del año es buena para escuchar la melancólica música del fado en el Alfama, unirse a la fiesta de baile en el Bairro Alto o visitar las animadas ciudades de Oporto, Coimbra y Lagos.
Lisboa es la capital de Portugal y su centro económico y cultural. La ciudad se aferra a colinas bajas pero empinadas situadas en la orilla derecha del Tajo y es un destino turístico popular. Pese a que Lisboa tiene una población de 506,892 habitantes, es una ciudad más tranquila y reservada que Madrid en la vecina España, pero comparte con ella una reputación de gran comida, melancolía y música romántica, baile y deporte. Los portugueses tradicionalmente han valorado una vida sencilla y sin ostentación, favoreciendo la vida rural sobre lo urbano y lo tradicional sobre lo moderno.
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País : Portugal 
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