La posición de Portugal entre los climas atlántico y mediterráneo explica la presencia de dos áreas de vegetación claramente diferenciadas
Flora Atlántica
La mitad septentrional del país, caracterizada por un bello e intenso verdor, y la fachada marítima occidental son dominio de la vegetación atlántica. En algunos bosques de las montañas del noreste dominan el roble albar o carvallo, avellano y abedul, así como brezos, zarzas y hiedras. Hay también algunas variedades de pinos, entre los que predomina el marítimo, que alcanza gran difusión entre las llanuras arenosas del litoral.
Flora Mediterránea
La vegetación mediterránea, poco frecuente en el norte, adquiere predominio casi absoluto al sur del Tajo. Las manifestaciones más características son la encina, el alcornoque, el pino piñonero y una gran variedad de matorrales y diversas plantas aromáticas (romero, tomillo, espliego, etc.). Esta vegetación densa y de baja talla se da, sobre todo, en las sierras del Algarve.
Fauna
Ante este hábitat los animales que conforman la fauna son los mamíferos tipo conejo, liebres y otros roedores. Hay una gran variedad de aves, sin olvidar la abundancia de peces en los ríos del norte, donde prevalecen las truchas y salmones. Igualmente es muy variada la fauna marina de sus costas, entre las que destacan la sardina y el atún.
Las Islas
En las Azores, verdadero jardín flotante debido a sus brumas, se pueden encontrar macizos de laurisilva, reliquias de la floresta hidrófila que cubría el archipiélago antes de ser habitado. Entre las muchas especies exóticas introducidas destacan la criptomeria japonesa, la araucaria, las hortensias y las azaleas. Hay una gran profusión de flores silvestres y de especies botánicas de pequeño porte, muchas de las cuales proceden de la flora original. Los elementos más atractivos de la fauna terrestre son las aves marinas y diversos pájaros, entre ellos el “priolo”, especie endémica. Pero, al igual que en Madeira, es el mar donde se encuentra la verdadera riqueza faunística, con centenas de especies de moluscos, peces y grandes mamíferos como el cachalote y el delfín. En Madeira, por su clima menos húmedo, se dan multitud de hortensias, hibiscus, jacarandás, orquídeas y el emblema de las islas: los “pájaros del paraíso”
PARQUES NACIONALES Y NATURALES EN PORTUGAL
En el país sólo existe un Parque Nacional, el de Peneda Gerês. Sin embargo, existen 8 Parques Naturales, que se distinguen por sus paisajes y por la armonía con la presencia humana que son el Parque Natural de Montesinho, el Parque Natural de Montesinho, el Parque Natural de Alvao, el Parque Natural de la Sierra da Estrela, el Parque Natural de la Sierra de S. Mamede, el Parque Natural de las Sierras de Aire y Candeeiros, el Parque Natural de Sintra-Cascais, el Parque Natural de la Arrábida y el Parque Natural de la Ria Formosa