Los Tiempos Precolombinos en República Dominicana Antes de la llegada de Colón, La Hispaniola o “Quisqueya”, como llamaban los indios taínos (habitantes precolombinos) a la República Dominicana, estaba ligada culturalmente al resto de las Antillas. Los indios de La Española eran principalmente taínos (que significa “los buenos”) y arawaks, pero no faltaban algunos representantes de los indios macoríes y de los ciboney, que también poblaban Cuba y que se encontraban en un estado cultural paleolítico. De este tipo debieron ser también los llamados cibayos, que vivían en el Cibao y que aparecen descritos por Fernando de Oviedo.
Los taínos nunca fueron una civilización comparable en desarrollo a otras culturas como la maya, azteca o inca, sin embargo, poseían un nivel cultural muy superior al de los restantes aborígenes antillanos. Consumados artistas en la pintura corporal practicaban la poesía y la danza ritual, además del juego de pelota. No era un pueblo belicoso y vivía tranquilamente en pequeños grupos en chozas cónicas de madera y fibra trenzada. En la época de la llegada de los españoles, su reino estaba organizado en cinco cacicazgos (Marién, Maguá, Maguana, Higüey y Jaragua) y el más famoso de todos sus líderes fue una mujer, Anacaona (“flor de oro”), la infortunada cacique de Jaragua que pasó a la historia épica de la isla.
De los taínos ha quedado, además de algunas costumbres y tradiciones, numerosas palabras que pasaron al castellano y que hoy nos resultan familiares como tiburón, barbacoa, maraca, cacique, macuto, capa, coco, caoba, hamaca, huracán, canoa, etc.
El Descubrimiento y los Primeros Españoles en República Dominicana Colón descubrió la isla el 5 de diciembre de 1492 y fue precisamente en su costa atlántica donde se hundió la embarcación Santa María en la Nochebuena de ese mismo año. A la nueva tierra se le asignó el nombre de La Española y con los restos de la carabela naufragada se construyó el fuerte al que llamaron “La Navidad”. Hay que resaltar que en República Dominicana se producen las Primicias Americanas, es decir, el lugar donde se desarrollaron los primeros acontecimientos de América: aquí se edificó la primera ciudad del Nuevo Mundo (La Isabela), funcionó el primer tribunal de justicia, se ofició la primera misa y se fundo el primer Ayuntamiento, sin olvidar el Primer Acuerdo de Paz en el continente americano, firmado en las inmediaciones del Lago Enriquillo.
Cristóbal Colón dejó 48 hombres en el fuerte al mando de Diego de Arana y puso la Pinta rumbo a España. Cuando regresó un año más tarde al lugar con 1.300 hombres, encontró que la pequeña colonia había sido destruida por los indios taínos. En muy poco tiempo se construyeron varios establecimientos militares y se fundaron las primeras ciudades entre ellas La Isabela (noviembre de 1493) y Santiago de los Caballeros (1496). En 1502, Bartolomé Colón y Nicolás de Ovando fundaron la ciudad de Santo Domingo en su actual emplazamiento, en la desembocadura del río Ozama, en la misma costa del Mar Caribe.
La primera mitad del siglo XVI fue para La Española una etapa muy próspera. Santo Domingo se convirtió en la capital de las Antillas, en la sede del arzobispado y, económicamente, en el puerto más floreciente del Caribe, extendiendo su jurisdicción sobre todo el archipiélago, sobre la zona septentrional de América del Sur e, incluso, a Honduras. En la segunda mitad del siglo, con la conquista de México y con la creciente importancia adquirida por La Habana, Santo Domingo pasa a desempeñar un papel de menor relevancia.
En el período de su máximo esplendor, La Española tuvo también una vida artística muy activa alrededor de su capital, a la que contribuyeron artistas castellanos. Sin embargo, la segunda mitad del siglo XVI y todo el siglo XVII constituyeron un momento muy confuso, con un ir y venir de piratas de todo tipo (el célebre Drake abordó la isla en 1859) y una progresiva pérdida de autoridad de la Corona española en beneficio de una creciente influencia francesa.
La Ocupación Francesa y la Independencia de República Dominicana Durante los siglos XVI y XVII, Francia ocupó la parte española de la isla en varias ocasiones e, incluso, se la anexionó por completo en el año de 1795. La actual República Dominicana volvería a ser española en 1805, aunque declararía su primera independencia en 1821. Entre 1822 y 1844 todo su territorio sería ocupado por Haití. El 27 de febrero de 1844, los revolucionarios Juan Pablo Duarte y Diez, Ramón Mella y Francisco del Rosario Sánchez proclamaron la segunda y definitiva independencia del país, adoptando entonces el nombre de República Dominicana.
La primera división oficial de la isla se hizo en 1697 mediante el Tratado de Ryswick, por el cual España tuvo que ceder aproximadamente la mitad de La Española a Francia (entonces la parte oriental se llamo Santo Domingo). Después de la cesión ambas colonias tuvieron pocos contactos, aunque en 1795 y mediante el Tratado de Basilea, España cedió parte de La Española a Francia. Los dominicanos no aceptaron nunca esta unión y en 1809 solicitaron la ayuda británica para unirse a España contra Napoleón.
Una vez expulsados los franceses, los criollos dominicanos pensaron que podían conseguir aún más, es decir, la total independencia, siguiendo el ejemplo de las demás colonias españolas del continente americano. En 1821, guiados por José Nuñez de Cáceres, se sublevaron conquistando por un corto tiempo su autonomía. Se redactó una Constitución que instituía la república, pero el nuevo gobierno duró poco, hasta 1822, año en el que el presidente haitiano Boyer (que no toleró la existencia del nuevo Estado) invade Santo Domingo.
Hasta 1844, los dominicanos no obtendrían nuevamente la independencia, como resultado de la revolución encabezada por el patriota Juan Pablo Duarte (1813-1873). Todavía bajo la amenaza haitiana, los dominicanos pidieron ayuda a España, que intento retener la República Dominicana como colonia ocupando de nuevo su territorio entre los años 1861 y 1865. Es en este año cuando el general Gregorio Luperón, al frente de las tropas dominicanas recuperan la soberanía (período al que se conoce como la Restauración). Después de la salida de las tropas españolas, el país padeció una época muy agitada políticamente, sumiéndose en la ruina económica durante el resto del siglo.
El Siglo XX En República Dominicana Más tarde, y con el pretexto de cobrar su deuda, Estados Unidos ocupa militarmente el país, sometiendo la población al Gobierno militar de sucesivos almirantes entre los años 1916 y 1924, año en el que se firmó una nueva Constitución dominicana (a pesar de que las aduanas continuaron bajo control norteamericano).
El presidente Rafael de Trujillo dirigió el país con mano dura desde 1930 hasta el 1961, año en el que fue asesinado. Los gobiernos constitucionales comenzarían en 1966 con el mandato de Joaquín Balaguer, que gobernaría hasta el año de 1996 (con excepción de tres legislaturas). En las últimas elecciones, Leonel Fernández, del Partido de la Liberación Dominicana (PLD) se ha proclamado presidente de la nación, gracias al pacto con el Partido Reformista (de Balaguer).
República Dominicana ha centrado sus esfuerzos de desarrollo en el turismo, sabedora de que sus playas, costas y sus excelentes infraestructuras son un importante reclamo turístico. En este orden económico, le siguen la industria del tabaco (República Dominica es el primer exportador de este producto), el cultivo de la caña de azúcar y las explotaciones mineras.