Si el espíritu le pide más movimiento, al caer la noche, encontrará una buena variedad de discotecas para escoger aquella que mejor se adecue a sus preferencias, especialmente en los principales centros turísticos. En Santo Domingo se distinguen la Guácara Taína, la estrella de la noche situada en unas cuevas naturales, además de escuchar y bailar lo último en merengue, rock y pop, suele organizar espectáculos folclóricos; El Club 60, muy popular entre los adolescentes, mientras que Tops (Hotel Plaza Naco) tiene una magnífica vista. Las salas de fiestas más conocidas son el Salón La Fiesta (Hotel Jaragua) la mayor y la más concurrida, el Embassy Club (Hotel Embajador), el Maunaloa (Centro de los Héroes) y La Azotea (Hotel Dominican Fiesta). En Puerto Plata, quienes deseen un ambiente dominicano con mucho merengue, les recomendamos las discotecas Tropimar y la Barrica, situadas en el barrio de la Javilla o bien, las discotecas Las Brisas, Los Cocos (Hotel Montemar), Bogart´s (Puerto Plata Beach Resort) o el Piano-Bar La Sirena (Puerto Plata Latin Quarter), con un ambiente más tranquilo y más sosegado. En Playa Dorada todas las discotecas se encuentran en los hoteles de la zona. La discoteca Casa del Sol es la más grande y la más famosa de Sosúa, aunque también son "marchosas" la United Fruit Company, La Roca o la discoteca Casa Marina, situada en el hotel del mismo nombre. Los tres centros nocturnos más conocidos de La Romana son los de la calle Duarte: Abraxas, Bella Green y la discoteca Pikis. También es muy popular el centro cervecero La Rotonda. Por su parte, en Las Terrenas-El Portillo, además de los bares y restaurantes, encontrará locales para bailar o escuchar música, así como las disco-terrazas Ivan, Elme y el Nuevo Mundo, sin olvidar el pequeño salón de baile El Palacio.
Si lo prefiere puede probar suerte en algún casino. En Santo Domingo hay más de una docena de ellos, localizados en el Centro de los Héroes, próximo al Malecón. Además de éstos, son muchos los hoteles que cuentan con su propio casino.
Pero si lo que le pide el cuerpo es más tranquilidad puede acudir a un buen cine o bien, beber un delicioso jugo (zumo) de frutas, una taza de café o una cerveza en alguna cafetería o terraza y engañar al espíritu, observando a los dominicanos.