La villa de Ribadesella fue fundada en el año 1270 y desde entonces ha sido una localidad truchera y salmonera que ha sabido conservar ese encanto marinero. Ofrece innumerables rincones de interés turístico como sus playas, su casco antiguo o la cuesta de la Atalaya. En el siglo XVIII era un importante puerto comercial que se disputaba protagonismo con el puerto de Gijón. En el año 1868 la construcción de un puente facilitó la unión de las dos orillas de la ría y la explansión de la margen izquierda. La ciudad ha sido cuna de algunas ilustres figuras de la historia política y cultural del país, como Agustín Argüelles (1776) o el pintor Darío de Regoyos.