El Estadio Maracaná de Río de Janeiro no sólo es una de las mayores instalaciones deportivas del país, sino también una verdadera atracción de la ciudad. El motivo de la construcción del Maracaná fue la decisión de la FIFA de organizar la Copa Mundial de 1950 en Brasil. La construcción fue financiada por la tesorería de la ciudad, por lo que el nuevo estadio pasó a ser propiedad municipal. En un tiempo récord, el estadio estaba listo para funcionar, pero el trabajo final no se completó hasta 1965. En Brasil, el fútbol es considerado de forma simbólica casi como una religión, por lo que este estadio fue diseñado para impresionar a la comunidad futbolística mundial por lo que el gobierno decidió construir un estadio gigantesco. Este estadio es el orgullo de los aficionados al fútbol brasileño y la envidia secreta de los aficionados del resto del mundo.
La superficie total del estadio y sus alrededores supera los 195.000 metros cuadrados.
El Papa una vez predicó un sermón en el estadio además de ser foro de concierto de muchos cantantes de gran fama internacional.
En caso de gustarle el fútbol, una visita al Estadio Maracaná, es una visita casi obligada. El costo de los boletos es de aproximadamente de 10 dólares. No muy lejos del estadio hay una estación de tren y una estación de metro del mismo nombre. Hay muchos autobuses, la parada se llama Avenida Professor Manoel de Abreu.