La famosa Vía Appia es probablemente la más famosa, la más antigua y, sin duda, una de las calzadas romanas más importantes. Comenzó en el año 312 a.C. y más tarde se la conocería como la Reina de los Caminos, una cuerda de salvamento vital para el comercio y las legiones que se dirigían hacia el Este. Ha sido testigo de todo, desde las guerras de la antigua República hasta las revueltas de Espartaco, pasando por los intensos combates de la Segunda Guerra Mundial y los atascos modernos de hoy en día. Aun conectando la ciudad eterna con la ciudad portuaria del sur de Brindisi, la moderna Vía Appia Nuova sigue una ruta similar a la antigua, la Via Appia Antica, con partes antiguas que ahora forman parte de un parque fuera de Roma. Sin embargo, no debe detenerse ahí, se recomienda continuar la aventura hasta el soleado sur de Italia con muchas paradas que valen la pena.
Hoy en día, la Nueva Via Appia comienza cerca de la Basílica de San Juan de Letrán y sale de la ciudad por una ruta diferente a la anterior, pero termina encontrándose con la antigua ruta a varios kilómetros al sureste de Roma. En varios lugares a lo largo de la ruta, el camino moderno deja el antiguo. Los tramos peatonales o de tráfico ligero de la antigua calzada pueden tener ruinas, pavimento romano intacto o incluso puentes romanos que sin duda merecen ser explorados. Sin embargo, si decide explorar el camino viejo no tiene que preocuparse de perderse ya que siempre se puede regresar muy cerca de la carretera SS7.
La Vía Appia también está repleta de tumbas de antiguas familias patricias de Roma. Entre las tumbas se encuentran las catacumbas cristianas, San Sebastián, San Domitilla, San Calixto, y la más impresionante, la tumba de Cecilia Metella. Caminar por este camino es rico en historia y visión, un buen punto de partida es la puerta de San Sebastián. La Vía Appia es tan rica en historia y significado y es realmente una experiencia valiosa. Se dice que es el camino en el que Pedro tuvo su visión de Cristo en donde se dirigió a la ciudad de Roma acabando por ser perseguido.
La parte de la Via Appia que ahora se llama Via Sacra (camino sagrado, en el centro de la ciudad de Roma) comienza en el Capitolio. Pasar por el Foro Romano dejándolo justo después del Arco de Tito. Este antiguo camino bordea también el Palatino y el Circo Máximo, así como los Baños de Caracalla, llegando a la imponente puerta de San Sebastián.
Los restos del acueducto Claudio también se encuentran cerca, y todavía están bien conservados.