Entre los siglos IV y X Rumania fue invadida por godos, ávaros, hunos, gépidos, eslavos, búlgaros, magiares y turcos. Los rumanos sobrevivieron en pequeñas comunidades, absorbiendo gradualmente la cultura eslava y de los otros grupos. Ya en el siglo X, un fragmentado sistema feudal, controlado por la clase militar, hace su aparición. A partir de este siglo, los húngaros se inician su expansión por la región de Transilvania tanto al norte y al oeste de los Cárpatos y ya, en el s. XII, el territorio constituía una autonomía. Después de la devastación de los Tártaros entre los años 1241 y 1242, el Rey Bela IV de Hungría invita a los alemanes a asentarse en Transilvania, para prevenir futuros ataques.
A principios del siglo XIV comienzan a formarse los principados autónomos de Moldavia y Valaquia, territorios que posteriormente (en el s. XVI) serían obligados a reconocer la soberanía de Turquía y posteriormente serían disputados por Austria, Rusia y Turquía. Una sucesión de jefes nobles resistieron a los turcos, destacándose el Príncipe Vlad Tepes y Esteban el Grande de Moldavia, quien edificó cerca de 50 monasterios y moldeó la cultura moldava. En el s. XVI, Miguel el Valiente une las tres provincias y rechaza a los turcos. En muchos aspectos los s. XV y XVI fueron una época de oro para la arquitectura y el arte.
Cuando los turcos conquistan Hungría en el siglo XVI Transilvania se convierte en territorio del imperio otomano, conservando cierta autonomía, pero pagando un tributo al sultán. Los Habsburgo de Austria conquistarían Transilvania al final del s. XVII.
La autonomía de Rumania fue reconocida al final de la guerra ruso turca en el año de 1829. Moldavia y Valaquia son unificadas de forma oficial en el año de 1861, bajo el principado de A. Cuza. A este le seguiría Carol I, quien, aliado con Rusia en la guerra contra Turquía, logra en el Congreso de Berlín el reconocimiento de la plena independencia del país en el año de 1877. En ella se anexionaba una parte de Dobrudja, zona que sería conquistada totalmente durante la guerra contra Bulgaria en el año de 1913.
La Primera Guerra Mundial Al inicio de la Primera Guerra Mundial Rumania permaneció neutral, sin embargo, en el año de 1916 entra en guerra, al lado de las potencias de la Entente Gran Bretaña, Francia y Rusia), con el objetivo de tomar Transilvania. Rumania sufre la invasión por parte de las tropas alemanas, pero, gracias a la caída del imperio austro-húngaro, logra liberarse y anexionarse Transilvania, buena parte de Banato, Bucovina y de Besarabia, cuya posesión le fue reconocida por los tratados del Trianon y de Sévres.
En la posguerra Rumania formó parte de la Sociedad de Naciones y se vio agitada por el movimiento nacionalista de la Guardia de Acero, organización fundada por Codreanu en 1930. Debido a la grave situación económica surgieron corrientes autoritarias: en 1938 se constituyó un ministerio filogermánico y racista, a cuya caída del rey Carol se aproximó posteriormente a las potencias del Eje.
En el año de 1940, después de las diversas pérdidas de territorio que había sufrido Rumania, a causa de la guerra, el rey Carol II se vio obligado a abdicar en favor de su hijo Miguel. Sin embargo, subió al poder, posteriormente el general Antonescu, quien reforzó la dictadura militar, entrando en la guerra del lado de Alemania. A pesar de los incipientes éxitos, Rumania en el año de 1944 fue obligada a la rendición, momento en que Antonescu fue apresado. Rumania, posteriormente entró en guerra contra Alemania en el año de 1944, y al final del conflicto y en virtud de los acuerdos de Yalta, se integró en la órbita soviética.
Rumania Después de la Segunda Guerra Mundial En el año de 1946 las elecciones dieron la mayoría al bloque comunista y en 1947 fue proclamada la República Popular, obligando a exiliarse la familia real. A partir de este momento Rumania se integra en el Pacto de Varsovia y partir del vigésimo congreso del Partido Comunista, se decide por una política de mayor autonomía.
En el año de 1965 con la subida al poder de Ceaucescu, se inicia un período de mayores contactos con Occidente, al tiempo que se adoptan tímidas medidas liberalizadoras en el interior. Ceasucescu fue elegido presidente de la República en el año de 1974, convirtiéndose en el hombre fuerte del país. En cuanto a política exterior Ceasucescu mantuvo una posición distante ante los esfuerzos socialistas de vincular a Rumania a las decisiones del Pacto de Varsovia o de Comecon. Sin embargo, la creciente megalomanía del presidente, que aumentaba conforme envejecía, fue provocando las antipatías en la población.
En 1989 los movimientos de protesta por la política contra las minorías húngaras de Transilvania, duramente reprimidos por el poder, provocaron una reacción a nivel nacional, obligando al presidente y a su familia a abandonar la capital. Sin embargo, fueron detenidos y juzgados inmediatamente por un tribunal militar, fusilándolos posteriormente. A partir de aquí, Rumania entra nueva y firmemente en la Europa democrática.
El Frente de Salvación Nacional, surgido durante las luchas populares, se articula como partido político y en las elecciones del año de 1990 triunfa ampliamente confirmando a Iliescu como Jefe de Esatado y a P. Roman como Jefe de Gobierno. Este último es sustituido por el independiente Teodor Stolojan.
En diciembre de 1991 se aprueba, mediante referéndum, la Constitución que instituye un régimen semipresidencial. En las elecciones del año 1996, aunque ningún candidato contó con la mayoría absoluta, Constantinescu se impuso a Ilescu, asume la presidencia del país y designa primer ministro a Cioerba.