Sao Mateus da Calheta respira por mar por cada uno de sus rincones. Su sabrosa gastronomía, con un buen surtido de pescados y marisco, es perceptible en toda la aldea. Sus habitantes gozaron antiguamente de una gran actividad ballenera. Uno de los templos del buen comer es la Quinta do Martelo.
Tiene dos fuertes, el Forte Grande y el Forte do Negrito, restos de las antiguas fortificaciones e ...