En 1839, el inmigrante suizo John Sutter propuso la construcción de una fortificación al Norte de San Francisco, en la confluencia de los ríos Sacramento y American. Cinco años después se descubrió oro en las proximidades, lo que atrajo a miles de personas que se desplazaron a California desde la costa. Los trabajadores de la granja de Sutter se convirtieron en mineros y abandonaron las tareas del rancho para buscar oro en Central Mother Lode, que seguía siendo propiedad de Sutter.
Sacramento se convirtió en un lugar de aprovisionamiento y de paso, pues el ferrocarril se estableció en este lugar del oeste conocido por entonces como Sutter Fort. El inmigrante suizo donó las tierras a su hijo, quien bautizó la incipiente ciudad con el nombre de Sacramento. En 1850, se convirtió en la capital de California.