Aunque fue una pequeñita aldea en sus orígenes, Sahagún experimentó un rápido desarrollo demográfico tras la fundación del convento de San Facundo por el rey de León Alfonso III el Magno -872-, y sobre todo con motivo de la adopción de la reforma cluniacense con Alfonso VI -1.080-, que yace en la ciudad. Alrededor del monasterio se concentró gran número de repobladores francos y mozárabes cordobeses. Tanto esplendor material alcanzó el monasterio que recibió el sobrenombre de "Cluny español".
Los monjes del cenobio fueron señores del lugar durante siglos: controlaban escrupulosamente las costumbres del vecindario e imponían severas penitencias a las conductas poco piadosas de los vecinos de Sahagún. Pero la omnipotencia monacal declinó tras la Guerra de la Independencia y la Desamortización de 1.835. Hoy queda poco del esplendor que tuvo el monasterio, pues sólo podemos contemplar la torre del reloj y la arcada que vuela sobre la carretera.