En Samoa Occidental viven unas 169.100 personas. Casi la totalidad de la población son polinesios puros, que viven en unas 200 aldeas. La capital, Apia, concentra a gran parte de la población.
Entre las costumbres samoanas la de los favores que se piden los familiares entre unos y otros es muy seria. Se lleva la cuenta de estos y si no se ayuda al que lo pide, la reputación de éste quedará dañada. Cuando un samoano visita a otro y entra en su casa, el dueño de ésta no le presta atención hasta que ha terminado sus tareas y pronuncie su discurso de bienvenida, mientras, el visitante permanecerá esperando en el suelo sobre una esterilla, sentado. Si el huésped es un hombre blanco o plangui, será tratado como un samoano sin título, pero si es educado, un profesional o un oficial recibirá el rango de jefe.