La base de la cocina de San Juan está basada en la utilización de productos de la huerta y frutos del mar, principalmente. Los tomates, habas, alcachofas, pimientos, cebollas, patatas y el arroz son ingredientes indispensables para la elaboración de platos tan deliciosos como el arroz a banda, el arroz amb ceba, la olleta, el bollitori, el caldero, el arròs amb bledes (con acelgas), el arròs amb fesols i naps (con judías blancas y nabos). Uno de los platos en los que se combina a la perfección los frutos del mar con los productoos de la huerta es el altabellacos, un plato elaborado con bacalao, alcachofas, habas, guistantes, patatas, azafrán, pimienta y clavo. Pero quizás la mejor combinación en la cocina alicantina sea la del arroz y los pescados y mariscos. Con estos ingredientes se preparan las paellas y arroces típicos de esta zona del mediterráneo. Las gambas, mejillones, cigalas, chipirones, langostinos, rape, dorada o pescadillas forman parte de platos como el bumb amb ceba, la llandeta, el crudet de peix o el arròs negre. El apartado de repostería local está representado por la Coca de San Juan, elaborada con salazones como la melva, el sangatxo, la carne negra de atún y la tonyna, atún salado. Este plato se consume principalmente en la festividad de San Juan, en junio, junto con el postre de brevas. Otros postres son: la coca con sardinas, los tomates, los pimientos, los rollos y la tarta de almendras. En cuanto a las bebidas que acompañan a estos platos hay que citar los vinos de denominación de origen alicantina, la horchata de almendras, el granizado de limón y el granizado de café.