Parque Natural de las Salinas de Santa Pola
Tel. 96-669-35-46
Las Salinas de Santa Pola fueron declaradas Parque Natural en 1988. Comprende una superficie de 2.470 hectáreas. En su origen este lugar formaba parte de las propiedades del Duque de Arcos, que utilizaba la albufera para fines cinergèticos. A finales del siglo XIX y principios del siglo XX se instalan en la zona algunas industrias salineras. Entre la fauna que las habita destacan: el flamenco espátula rosa, la lagartija colirroja, las gaviotas, los zampullines, el aguilucho lagunero, el chortilejo, el avetorrillo o la garza imperial. Durante el invierno, acude el pato cuchara y el pato colorado. También hay que destacar la presencia de un pequeño pez endémico, el fartet. En cuanto a la flora que puebla las salinas hay que resaltar tres grandes grupos: los carrizales, la vegetación dunar y el saladar. La visita al Parque Natural se inicia con la visita al Museo de la Sal. Allí se puede ver un antiguo molino de sal, tres balsas y antiguas albercas salineras en las que habitan numerosos ejemplares de cigüeñuelas, garcetas comunes y porrones. También se pueden ver especies vegetales propias del saladar: salicornias, limnios y tamarits. La visita al Parque continúa por El Pinet. En este recorrido se pueden ver las numerosas aves que pueblan la zona del saladar y la fauna que habita en las dunas (lagartos, lagartijas y escarabajos). Otro de los lugares de interés del Parque es la zona de las salinas del Braç del Port. Allí acuden numerosas aves a alimentarse. La visita puede finalizar tomando la CV-863 en dirección a La Marina. La N-332 lleva hasta el interior del Parque, donde se pueden apreciar algunos cultivos propios de la zona, granados y palmeras.
La Sierra de Santa Pola se encuentra en la zona oriental del municipio. Se eleva 144 metros sobre el nivel del mar. El Cabo de Santa Pola embellece las estribaciones de la Sierra, que además es uno de los lugares preferidos de los amantes del parapente. Sus límites son los siguientes: al norte por el "Clot de Galvani" y las dunas de Los Arenales; al este por las playas del litoral; al sur y al oeste por la ciudad de Santa Pola. La flora de la localidad está representada por el matorral y el tomillar en la zona plana de la sierra; el pino, eucaliptus y ciprés en el bosque y en los barrancos, por la bosquina semiárida. La fauna que habita la sierra de Santa Pola es muy variada. Los insectos más numerosos son las libélulas, mantis religiosa, abejas y tijeretas. Los escorpiones, las arañas y los ácaros son los arácnidos más abundantes en la Sierra. Entre los moluscos gasterópodos hay que destacar a los caracoles. En las zonas húmedas abundan los sapos y las ranas. También la sierrra es el hábitat de numerosos reptiles como la salamanquesa, la culebra viperina, la culebra bastarda, la lagartija colirroja y la lagartija colilarga. Las aves más comunes que se pueden ver en la Sierra son: el abejarruco, la collalba rubia, la taranbilla común, la curruca, la lechuza y el estornino. No hay que olvidar al grupo de los mamíferos: la liebre, la rata, el ratón, el conejo, el lirón, la musaraña y los puercoespines.
Rutas por la Sierra
El recorrido se inicia en Colada de Ballesteros (Camino Viejo de Santa Pola a Alicante), después se continúa hasta la Casa del Obrisón (N-332). Luego se puede visitar el Barranco de la Sal y seguir por el Camino del Faro. La ruta finaliza en Colada de Crevillente, después de haber atravesado Colada de Monforte.;