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Historia de Segovia

La Época Romana

Hércules Egipcio fue el fundador de la ciudad, según la mitología romana. Aunque se ha especulado mucho acerca del origen, lo más aceptado es que el nombre provenga del celta "sieg", lo que la daría un origen anterior a la época del Imperio Romano, y por tanto, de su mitología.

La teoría está apoyada por los documentos romanos que hablaban de una resistencia de un castro celta en este lugar. Los celtas que ocupaban esta zona pertenecían al grupo de los Vetones o los Vacceos. Se cree que la resistencia duró hasta más o menos el 192 a.C.

La Segóbriga romana debió ser ciudad de realce. Durante los dos últimos siglos antes de nuestra era, se trataba de una ciudad fortificada, que ocupaba la zona del Alcázar actual y la parte alta de la ciudad. El Acueducto, la construcción más famosa de la ciudad, supone una gran obra hidraúlica romana, construida entre mediados del siglo I y el II d. C, según las teorías. Restos romanos son las necrópolis encontradas en torno a la iglesia de San Millán, y numerosas cerámicas que aún se conservan. Pero la romanización se extiende más allá de la religión, o el acueducto, se trata de la estructura de la ciudad, las calzadas, la administración, etc.

La Edad Media Segoviana

La Segovia visigótica comienza en el año 495, treinta años más tarde, la fe católica está completamente instaurada, constituyéndose en obispado en el 527. San Frutos (patrón de la ciudad) y sus hermanos se convirtieron en mártires en el 714, cuando la ciudad cayó en manos musulmanas. No fue esta una época gloriosa para Segovia, que fue despoblada casi totalmente, debido al peligro que corrían sus visitantes, por estar expuestos a incrusiones y guerrillas, tanto por parte de los visigodos, como por parte de los musulmanes. Hasta el siglo VIII, Segovia se convertiría en parte de la zona conocida como "Tierra de Nadie", de hecho, son poco los restos que dejó la rica cultura musulmana por estas tierras.

El conde Fernán González, fue el encargado del proceso de repoblación en el siglo X, pero poco consiguió, pues Almanzor (Al Mansur, caudillo árabe), consiguió reconquistarla a finales de ese mismo siglo, sufriendo grandes destrucciones. Alfonso VI, a finales del siglo XI, fue el que consiguió reconquistarla, e inició la nueva repoblación. En 1076, le concedió el "Fuero de Sepúlveda". Al Idrisi, geógrafo árabe, la contempla como conjunto de aldeas, más que centro urbano, a pesar de ser esta la intención de los gobernantes. Entre los siglos XII y XIII, comenzaría por fin a coseguirse. La toponimia habla de nobleza procedente de la Rioja, Burgos, Aragón, Galicia y León, por lo que es muy probable que la repoblación final, la consiguiera esta aristocracia de otros reinos, gracias sin duda, al desplazamiento de la línea de lucha, después de la caída de Toledo en el 1085. Segovia pasó a formar parte de las Comunidades de la Villa o la Tierra, que dependían directamente del monarca. Es en esta época cuando comienza el desarrollo de la ganadería y de la agricultura.

En 1247, el Valle del Guadalquivir, vuelve a caer en manos musulmanas, exponiendo a los pequeños núcleos agrarios al guerrilleo, con lo que Alfonos X el Sabio, otorgó a estos pobladores del campo, en 1278, el derecho a vivir dentro del recinto amurallado. El Rey, concibió sus "Tablas Astronómicas" en esta ciudad que tanto amaba.

El Renacimiento

La recuperación económica y de población no se consiguió hasta el siglo XV, en la época de los Reyes Católicos, que la apoyaron en gran medida. Ya Enrique IV había mejorado la situación e infraestructura de la ciudad, gracias a las exenciones fiscales, la fundación de los Estudios de la Ciudad, la Casa de la Moneda, el Palacio Real, el Monasterio del Parral, el Convento de San Antonio el Real, etc. Todo esto contribuyó a que Segovia fuese el lugar donde, Isabel la Católica, fue coranada en 1474, en la iglesida de San Miguel. Sin embargo, fue ella misma la que decretaría, en 1492, la expulsión de los judíos, craso error para la economía de la ciudad.

Hacia 1520, la crisis, el emperador Carlos V, y diversos factores de descontento en todas las clases sociales provocó la llamda Revolución de los Comuneros, comenzada en Valladolid, pero extendida por toda Castilla rápidamente. Juan Bravo fue el cabecilla de los alzados en Segovia, convirtiéndose así en un mito y leyenda. El levantamiento acabó con la batalla de Villamar, cuando se ejecutó a la mayoría de los cabecillas, entre ellos, el ilustre segoviano, como dice el romance de juglaría: "(...) desde entonces ya Castilla, ay!, no se ha vuelto a levantar, ay, ay, ay!".

La Época Barroca

Durante el siglo XVI, se desarrolló el comercio de la lana, sus paños tuvieron gran fama internacional, siendo visitada frecuentemente por miembros de la corona y de la aristocracia. El siglo XVII constituye el declive económico y social para el Imperio, Segovia no fue menos, sufriendo la peste, el hambre, y la fuerte crisis económica. Es aquí cuando se escribe el "Libro Verde de Segovia" que recogía todas las constumbres y organización segoviana, fue realizado en 1611 por el regidor don Francisco Arias de Verástegui.

La Ilustración

Con la dinastía borbónica, la ciudad comienza a recuperarse, gracias a Felipe V, se construyó el Palacio de San Ildefonso, como descanso de la corte. Con Carlos III, se fundó el Colegio de Artillería, las sociedades económicas de Amigos del País, la Real Fábrica de Paños Superfinos, la Fábrica Real de Paños de Ortiz de Paz, y la Real Fábrica de Vidrios y Cristales de la Granja de San Ildefonso.

La Invasión Francesa

En 1808, los franceses entran en el Alcázar, treinta años más tarde, será ocupada por una de las tropas de las guerras carlistas. Todo esto -con los consecuentes saqueos- impedía el despegue final, con respecto a la industria, es por ello que no es una de las ciudades más importantes económicamente de España, cuando debería serlo.

El Siglo XX

Daniel Zuloaga instaló su taller en la iglesia de San Juan de los Caballeros, contribuyendo así al desarrollo cultural de la ciudad. Se abrieron numerosos cafés, y se instalaron personajes como Antonio Machado. En 1919, se fundó la Universidad Popular donde acudirían pensadores como Unamuno, Ortega y Gasset o Marañón, por no hablar de las importantísimas revistas que se desarrollaron.

Durante la Guerra Civil, Segovia quedó en manos nacionales, sufriendo algunos levantamientos que no llegaron a cristalizar. En los años setenta, comienza la recuperación económica, aunque, en la actualidad, Segovia vive gracias al turismo.
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