En la Avenida de la Constitución se alza, imponente, la Catedral de Sevilla, una de las más bellas y visitadas del mundo. Muchos dicen que es la más grande del mundo, después de la Catedral de San Pedro de Roma, San Pablo de Londres y San Patricio, todas construidas posteriormente.
En 1248, cuando el rey San Fernando entra en la ciudad, la Mezquita Mayor, construida por los Almohades en 1078, fue reconvertida para usarla como templo cristiano. Del antigua templo árabe, todavía se conserva el patio de los naranjos y el alminar que ha dado fama a Sevilla en el mundo entero, la Giralda. Las obras de la Catedral duraron tanto tiempo que en ella se observan varios estilos, desde el almohade al gótico y renacentista. Fue en 1401 cuando se decidió construir una catedral que sobresaliera por su tamaño, de manera que en palabras de Alonso Martínez, el arquitecto que realizó los primeros planos dijese: "los que la viesen terminada nos tengan por locos". Para conseguirlo, se tomó la mezquita que ya medía 116 metros de largo por 76 de ancho, fue ampliada considerablemente, a base de añadidos. En los trabajos de la Catedral, participaron numerosos arquitectos, albañiles, orfebres, carpinteros, herreros, escultores, tallistas, doradores, plateros, bordaderos, vidrieros, ceramistas, etc. Aunque fue consagrada en 1507, cuando presentaba un aspecto que se acercaba al Renacimiento, ha sufrido numerosas transformaciones posteriores. Fue terminada en el siglo XIX cuando se remontaron las puertas, se construyó el cimborrio y se añadió el Monumento a Colón que se encuentra en su interior. En su interior, alberga un Museo y varios archivos y bibliotecas, sin olvidar el impresionante patrimonio artístico que se distribuye por todo el templo. Desde el exterior, lo primero que llama la atención son las impresionantes vidrieras - algunas de ellas son las originales de Enrique Alemán (1478-1483)- que han llevado a que se reconozca al templo como el inaugurador de "La Edad de Oro de la vidriera Española".
Estancias Principales: Cada una de las partes de la Catedral es una auténtica maravilla en si misma. De esta manera, la Sala Capitular presenta una techumbre en oro y blanco y es una obra plenamente renacentista. Fue realizada en 1558 por Hernán Ruiz II. Lo más curiosos es su planta elíptica - luego se imitaría en otros templos renacentistas-. El suelo es una curiosa copia del pavimento de la Plaza del Capitolio de Roma, realizado por Miguel Ángel. Aquí está el sillón del sillón del obispo, tallado por Diego de Velasco en 1592. La Sacristía Mayor (1528) contiene el Tesoro Catedralicio además de una de las cúpulas decoradas más hermosas de toda Sevilla. Entre los tesoros que guarda, están las "Tablas Alfonsíes" regalo de Alfonso X. El transcoro, una belleza dorada, fue construido en el siglo XVII mezclando los estilos barroco y renacentista. Junto al Patio de los Naranjos se alza la Parroquia del Sagrario. Y el Coro cuenta con una de las más bellas sillerías del barroco, obra de 1478. Fachadas Las distintas fachadas son todas de épocas distintas y una auténtica maravilla. La más antigua es la entrada directa al Patio de los Naranjos que se realiza por la Puerta del Perdón es la puerta arábica original. La Puerta Principal es ya del siglo XIX. Naves y Capillas La mezquita original estaba dividida en cinco naves que todavía son visibles, a pesar de la construcción del Altar Mayor y de las Capillas laterales. La Capilla Mayor presenta una impresionante rejería realizada, al menos la principal, por Francisco de Salamanca en el siglo XVI. La Capilla Real está destinada a servir de sepultura a Fernando III que reposa a los pies de su virgen más venerada, "La Virgen de los Reyes". Su sepulcro, que guarda el cuerpo incorrupto del rey santo, es una obra de Juan Laureano de Pino construida en el año de la canonización del rey, en 1671. Su inscripción demuestra el amor que sintieron los sevillanos por su "reconquistador". Aparece escrito en cuatro idiomas (árabe, latín, hebreo y castellano): "e el que más temíe a Dios e el que más le fazía servicio, el que quebrantó y destruyó a todos los enemigos e el que alzó e ondró a todos sus enemigos, e conquissto la cibdad de Sevilla que es cabeza de toda Espanna". Es una de las más bonitas obras del barroco sevillano realizada en plata. Junto a él, aparece el sepulcro de su mujer, Beatriz de Suabia y de su hijo, Alfonso X el Sabio quien amó a Sevilla profundamente. El conjunto de las capillas de los Alabastros, fueron realizadas en el paso del Renacimiento al Barroco. Entre ellas destacan la dedicada a la Inmaculada Concepción y la Capilla de la Encarnación, ambas obras de Juan Gil de Hontañón. Pedro I el Cruel y su esposa, María de Padilla, también reposan en las pequeñas capillas, que, en total, suman veinte si se cuenta la Capilla Mayor. El Cardenal Cervantes tiene un bello sepulcro en la Capilla de San Hermenegildo, obra de Lorenzo Mercadante de Bretaña (1458). La Giralda: Los inicios de su construcción datan de 1184 cuando el Emir encargó a Ahmad Ibn Baso, que construyera el más bello alminar que se conociese en todas las tierras musulmanas. Para ello, se utilizó una base visigótica o quizás romana. Sobre la base árabe, Hernán Ruiz construyó, en 1568, la parte superior. Parte de esta construcción se destruyó durante el terremoto de 1568, de esta manera, se perdieron los cuatro manzanas doradas que conmemoraban la batalla de Alarcos, situadas justo en lo alto. Fueron restituidas por una representación de la Fe. La escultura alegórica, que mide casi ocho metros, está realizada en bronce. Funcionaba como la veleta de la catedral, de ahí su nombre, Giraldilla, y de ahí, a la Giralda. Es uno de los monumentos más admirados por los turistas y uno de los más queridos por los sevillanos que la consideran "la rosa de los vientos". Patrimonio Artístico: El Retablo Mayor situado en la capilla principal, es una obra maestra del artista flamenco, Pieter Dancart realizada en 1526. A parte del impresionante despliegue de imágenes escultóricas y pinturas, está el maqueta de la ciudad de Sevilla, obra del siglo XV. Entre ellas, "La Virgen de la Sede" de madera policromada, es bastante anterior al retablo pues fue tallada en el siglo XIII. Obra de Murillo es "La Visión de San Antonio" situada en la Capilla de San Pedro. También cuenta con diversas obras de Zurbarán, la mayoría dedicadas a la vida de San Pedro. En la misma capilla, se sitúa el retablo de Diego López Bueno. De Murillo son otras obras de arte como la "Inmaculada" situada en la Sala Capitular. En la misma sala están las representaciones alegóricas de "La Justicia", "La Fe", "La Misericordia" y "La Esperanza" todas ellas pinturas de Pablo de Céspedes (1592). Se trataba de que sirvieran de inspiración a los miembros del Cabildo. Entre las imágenes escultóricas destacan las contenidas en la Capilla Real. "La Virgen de las Reyes" es una talla articulada en la cabeza y los brazos. Junto a ella está uno de los tesoros más apreciados por Fernando III, la "Virgen de las Batallas" que le acompañó durante la conquista de la ciudad. Ambas fueron realizadas en el siglo XIII. Perteneciente al mismo Rey, al menos en teoría, es el Pendón que está en la Sala de los Ornamentos. Góticas son las esculturas de "La Virgen de la Cinta", "La Virgen del Madroño", "La Virgen de los Genoveses", etc. De Martínez Montañés se conserva el bello "Cristo de la Clemencia". Una de las joyas catedralicias es el monumento a Cristóbal Colón, supuestamente enterrado aquí desde 1899 desde Cuba, aunque es probable que sean los restos de su hijo Diego o su nieto Luis. Aunque Arturo Mélida fue el encargado de las esculturas que acompañan al Almirante, cada una de ellas represnta a los reyes de los reinos españoles: Castilla, Aragón, León y Navarra. El hijo de Hernando Colón, que reunió en Sevilla una de las bibliotecas más importantes de todo los tiempos, también cuenta con una placa conmemorativa frente al Altar. La Custodia, guardada en la Sacristía Mayor, es una bella obra de arte realizada en 1587 por Juan de Arfe. Con más de tres metros de altura, contiene más de cuatrocientos cincuenta kilos de plata americana.
Horários: De lunes a viernes de 10:30 h a 17:00 h y los domingos de 10:00 h a 13:30 h.
Precio: 4,20 euros la entrada normal, la entrada es gratuita los domingos.