La primera vez que aparece mencionado su nombre, es en el siglo X, dentro de las posesiones de la Iglesia, poco se sabe de la vida en la zona anteriormente. Lo único que es seguro, por los restos encontrados en la cueva de Sant Llorençm es que ya estaba habitada en el Neolítico. Entonces, era una pequeña villa situada en un cerro y amurallada. Se la denominaba "Vila Vella". Ocho siglos más tarde, salió de las murallas debido a la falta de espacio, su crecimiento siguió la línea de la playa, dando lugar a la ciudad costera que es hoy. Las primeras zonas en aparecer, fueron la Plaza Cap de la Villa y la calle Parellades.
Los Juegos Florales del siglo XIX impulsaron una vida cultural ya incipiente. Arcadi Mas, Joan Roig, Joaquim Miró y otros pintores paisajistas, la escogieron como lugar de encuentro. Santiago Ruiseñol, daría el impulso final, con una serie de fiestas modernistas celebradas entre 1892 y 1899. El Taller de Artistas o Cau Ferrat, fue también su obra. Esto supuso una importancia capital para la zona, con la llegada de pintores de la talla de Ramón Casas, Miguel Utrillo; compositores como Enric Granados, Manuel de Falla y Enric Morera. Era éste un centro parecido a la Residencia de Estudiantes de Madrid.
La historia de Sitges quedó, desde entonces, unida a la pintura. La época dorada fue el siglo XIX, cuando llegaron una serie de pintores que quedarían reflejados en la Pinacoteca Municipal, que luego pasaría al Museo Marciel.