La villa se formó alrededor de la torre defensiva situada en la bahía. El aumento de su población hizo necesaria la construcción de un recinto amurallado en el siglo XVI para defender a los habitantes, que en su mayoría se dedicaban a la pesca. El pueblo era gobernado por un regidor nombrado por el cabildo de la vecina Vélez. En el siglo XVII hubo un proyecto para construir un puerto que no se llevó a cabo por los intereses de Málaga. Durante los siglos XIX y parte del XX vivió de la caña de azúcar, además de la pesca, gracias al trapiche que poseía la familia Larios.