La comida tailandesa es una de las exportaciones más famosas del país, uniendo los sabores dulce, amargo, salado y picante en diversas combinaciones. El arroz es el elemento principal, de hecho la expresión gin kôw (“comer”) significa literalmente “comer arroz” en thai. Puede consumirse al vapor (acompañado de una cuchara), frito, en sopa, fideos, o en el postre. El desayuno típico es una sopa de arroz (kôw dôm) muy líquida, parecida a los copos de avena. Para el almuerzo puede recurrirse a un salteado, también con arroz, que se vende en puestos para comer en el momento. En las ciudades de provincias todo el mundo acude al mercado por la noche, donde se come más arroz.
La alternativa al arroz son los fideos, aunque se derivan de él (se puede comer el goo.ay dee.o, que significa “fideos de arroz”). Se trata de la comida rápida por excelencia, tanto en ciudades como en pueblos, y se sirve a todas horas en puestos ambulantes o tiendas pequeñas. El comensal elige los fideos y la carne, que puede sazonarse con salsas de pescado, vinagre, chiles o azúcar.
Hay varios tipos de fideos: sên yài (gruesos), sên lék (finos) y sên mèe (muy finos); también se encuentran los bà.mèe, rizados y de harina de trigo con huevo. Casi todos estos tipos se utilizan principalmente en las sopas, pero algunos se pueden ver en los salteados como el pàt tai (unos fideos finos que se saltean con gambas secas o frescas, tofu y huevo).
El curri (gaang) es una de las comidas más accesibles que se pueden encontrar en Thailandia, aunque es el plato más conocido de su cocina en el extranjero. En los puestos de carretera se pueden ver grandes ollas metálicas con distintos tipos de curri de llamativos colores. En Bangkok los vendedores ambulantes y pequeñas tiendas muestran sus curris en bandejas; el cliente no tiene más que señalar el que prefiera y se le servirá con arroz.
Todos los curris se preparan a partir de una pasta básica con semillas de cilantro molidas, semillas de comino, ajo, limoncillo, lima, pasta de gambas y chiles. Aunque los cocineros los elaboran personalmente, hoy se puede comprar a granel en los mercados. La receta varía según la región, y se pueden reconocer por el color, principalmente rojo y verde (depende de los chiles que se utilicen en su elaboración).
En cuanto a las regiones, los movimientos migratorios en el interior del país han hecho que muchos platos propios de una zona se hayan unido a la comida nacional.
En el norte, la influencia de Birmania (Myanmar) y China traspasó las fronteras y llegó a Tailandia. El cerdo está muy presente debido al influjo chino, con ejemplos como el moo bîng (que son unas brochetas de cerdo a la parrilla). Las influencias birmanas se notan en el uso de la cúrcuma y el jengibre en los curris utilizados en el gaang hang.lair (un estofado de cerdo). En el norte predominan los sabores amargos y tienen mucho éxito el kôw nee.o, que se sirve en cestas de mimbre redondeadas y acompaña platos como el nám príkòrng (pasta de chile con carne picada de cerdo y tomate).
La comida del sur proviene de las tradiciones de los marinos mercantes musulmanes indios y malayos que llegaban a las costas tailandesas. El pan plano indio (roti) acompaña al curri cuando no lo hace el arroz, o se sirve como postre rociado de azúcar. En esta zona los curris están hechos con bases de especias tostadas a la manera india y con leche de coco, que es un elemento fundamental en la cocina sureña. También abundan los pescados y mariscos frescos, rellenándose los primeros con limoncillo y lima asándose a la brasa con cáscara de coco.
En el noroeste son famosos tres platos: sôm.dam (ensalada de papaya), kôw nee.o y gài yâhng (pollo asado). El pollo marinado se prepara en parrillas de carbón al aire libre; al lado se colocan morteros con la sôm.dam, con tiras de papaya verde, azúcar, chiles, salsa de pescado, judías verdes, tomates, camarones secos… El cocinero tritura los ingredientes produciendo un sonido rítmico, casi musical, con el mortero.
También es casi omnipresente en la cocina tailandesa la yam, una ensalada picante y amarga que se elabora con un chorro de lima, chile y hierbas aromáticas frescas sobre una base de marisco, verduras carne o fideos. A veces se puede tomar como entrante. El sabor amargo proviene de la lima, y el picante de los chiles frescos; el resto de los ingredientes pueden variar, pero se sirven a temperatura ambiente o tibias.
Los salteados (phàt) son los platos más sencillos de la gastronomía tailandesa, llegando a ser introducidos por los chinos, famosos por su habilidad para saltear un banquete entero en un wok, aunque en Tailandia se sirve acompañado de una salsa de pescado con chiles troceados y no con soja como en los restaurantes chinos. La lista de platos que se pueden saltear es muy larga, siendo muchos de origen chino, y otros, mezcla chino-thailandesa. La fritura en aceite suele reservarse para los aperitivos como el klûay thâwt (plátano frito) o el pàw-pía (rollitos de primavera). Una excepción es el pescado frito, o plaa thâwt.
Las sopas tailandesas se pueden clasificar en dos tipos: tôm yam y kaeng jèut, que se diferencian en la condimentación. El primer tipo se prepara casi siempre con marisco y a veces con pollo. Su sabor característico le da un sabor de hierba de limón, la piel de lima kafir y el zumo de lima. Se suele decorar con hojas de cilantro. Por otro lado, la kaen jèut (sopa suave), es un caldo balsámico que lleva un poco de salsa de soja o de pescado y pimienta negra. Las variantes son casi infinitas, pero los ingredientes más habituales fideos de fécula de judía mungo, tofu, rábano chino y cerdo picado.
En cuanto a los dulces, los postres como tal no existen en la cocina tailandesa. Lo más similar que encontraremos será el khawng waan, que significa “cosa dulce” y se refiere a toda comida en cuyo sabor predomine el dulce. Suelen aparecer en la dieta de los locales en forma de tentempié entre horas, por lo que no se encontrarán en los restaurantes tradicionales, sino en puestos callejeros y mercados. Algunos de sus ingredientes son: coco rallado, leche de coco, harina de arroz, arroz cocido glutinoso, tapioca, fécula de judía mungo, taro hervido y frutas. Para hacerlos más crujientes, algunos pueden contener granos de cereal, azúcar de dátiles, semillas de loto y castañas de agua picadas. Las yemas de huevo son un ingrediente muy utilizado, probablemente por influencia de los postres y pasteles portugueses.
En cuanto a las bebidas que se pueden tomar en el país, podemos dar algunas pinceladas: las cervezas tailandesas son lagers con sabor a lúpulo y suelen servirse con hielo. Los batidos de frutas son una buena idea para refrescarse y regular la temperatura corporal, para lo cual se les echa un poco de sal. El café dulce con hielo y el té son bebidas populares en los puestos callejeros, siendo también una opción recomendada para combatir las temperaturas del país.
Tailandia es un paraíso para los amantes de la buena cocina. Todo el país es un territorio de aromas y sabores que cautivan al más exigente de los gourmets. La riqueza de ingredientes, la creatividad gastronómica, la delicadeza en la presentación y la bondad de los aderezos, hacen de la cocina tailandesa una de las más exóticas y ricas de todo oriente.
La base de la gastronomía son las salsas preparadas con varios ingredientes, como guindillas, pasta de cangrejo, ajo y especies. Algunas desempeñan un papel específico, como por ejemplo, la salsa de pescado (nam pla), que en muchos platos sustituye a la sal Otras se utilizan para resaltar los sabores, como la salsa de ostras fermentadas o para equilibrar los sabores, como la que incorpora la leche de coco.
El arroz es uno de los platos que nunca faltan en la comida. Se prepara de diversas formas: hervido, frito o en sopa. En la zona del norte el arroz es más gelatinoso y se le conoce como "arroz pegajoso".
Desayuno
El desayuno típicamente thai, conocido como “khowtom” de clara influencia china, es muy consistente. Generalmente se compone de arroz con pollo, cerdo, gambas y ajo, acompañado de un huevo frito y pepinillos en vinagre. Con este desayuno el café no es necesario para despertar el cuerpo. Pero no es motivo para alarmarse ya que en la mayoría de los hoteles se suele servir el desayuno al estilo americano. La hora de la comida es más ligera y por lo general consiste en un sólo plato de arroz frito, tallarines, algún bocadillo frío o verduras.
Comidas
La comida más importante del día es la cena. En ella se concentran en cantidad, variedad y sabor, los mejores platos tailandeses. Se compone de arroz, sopa, pescado o pollo, preparado de diversas formas, ensalada, hortalizas, salsa, postre o fruta. Llegando a ser muy abundante. Pruebe el “Khao Mangal”, un pollo cocido al vapor acompañado con arroz hervido en caldo de gallina y leche de coco salseado. El “Ped Dang” es un asado con arroz acompañado de jengibre. Es recomendable el “Sukijakithai”, una especialidad thai a base de diversas clases de carne y pescado, rebosado en huevo y acompañado de verduras y pasta hecha con harina de arroz. Todos los ingredientes se preparan y cocinan en una cazuela a la vista de los comensales. Si se prefiere algo más picante el “Neuayum”, es una mezcla condimentada de carne picada con ensalada. Generalmente se acompaña de “Pad Thai”, los cuales son unos fideos fritos con brotes de semillas.
Para platos preparados con curry los hay para todos los paladares. Se puede intentar probar el “Kaeng Kari Kai”, el cual es un plato de pollo con curry muy suave al estilo indio o, el “Kaeng Kainaw Kai”, preparado con bambú. Para bocas más fuertes el “Kaeng Phet Kai”, un curry tailandés muy picante con pollo. En los numerosos puestos callejeros se podrá degustar el “Salapau”, unos panecillos de levadura rellenos de carne de cerdo o los Khanon Djieb, rellenos de langosta. Estos últimos se mojan en salsa de soja antes de llevarlo a la boca. En la región del norte preparan el “Larp”, un plato muy característico hecho a base de hígado, cerdo o pato y hortalizas. Los platos de esta zona suelen prepararse de manera más suave y menos elaborada, mientras que la cocina de la región del sur, que tiene su base en los pescados y los mariscos, es más picante.
Postres
Para terminar un buen postre o “Kanon”. Pruebe el “Kluay Buat Chii”, plátano en leche de coco, el “Sangka yaa”, natillas de coco o el “Maw Kaeng”, natillas preparadas a base de huevo. Y si aún se puede, una buena fruta. No tendrá ningún problema para elegir ya que hay de todas las clases.
Frutas y Decoración
Además de los ricos sabores, le sorprenderá la delicadeza y el arte con el que se presentan la mayoría de los platos. Nunca faltarán los arreglos florales en la mesa, ni las frutas o verduras moldeadas bajo caprichosas formas. Cuando uno toma asiento en el comedor, se abre un arco iris de colores y sabores que cautivan al más exigente.
En cuanto a las frutas (phonlamai), prepárese para disfrutar de un sinfín de sabores: durian (con un aroma casi repugnante, pero de sabor almendrado), pomarrosa, najea, lichi, tamarindo, mangostán, pomelo, rambután, guayaba, longan (similar al lichi), papaya, níspero, mango, sandía, plátano, piña, coco, naranja, melón, etc. Se pueden degustar en trozos y piezas o bien, preparados en deliciosos zumos y batidos..
En Tailandia es posible llegar a encontrar comida de otros países. La más común es la comida china, pero también existen restaurantes que sirven comida propia de Filipinas, India, Corea, Malasia y, por supuesto, occidental.
Bebidas
En cuanto a bebidas lo más común son los zumos de frutas, que se pueden degustar en los cientos de puestos que se encuentran por todos los sitios. No deje de probar el de mango, coco verde, caña de azúcar, guanábana, guayaba o papaya. Por otro lado, en los restaurantes es muy frecuente el café helado. En cuanto al agua, lo mejor es beber agua mineral embotellada. En Tailandia encontrará la mayoría de licores y bebidas espiritosas. En cuanto a cervezas (bia) las más conocidas son la Shinga y la Kloster.