Fue la "Gran Aldea" de los aborígenes. En 1418 Maciot de Bethencourt (sobrino del conquistador) instaló aquí la capital de la isla, a resguardo de los barcos piratas que con frecuencia atacaron, saquearon y diezmaron la población. Una de las calles de la ciudad, el Callejón de la Sangre, lleva este nombre en memoria del ataque de los berberiscos comandados por Arráez.
El nombre de la ciudad es el mismo que el de la hija del último rey guanche.