Templo de Luxor
El Templo de Luxor fue construido en honor de los tres dioses protectores de Tebas, Amón, Chons y Mut. Este templo fue levantado durante los reinados de Amenofis III, durante el que se construyó una buena parte del recinto, Tutankamon, Horemheb, Ramsés II y Alejandro Magno.
El templo tiene como peculiaridad su forma, es largo, 230 metros y estrecho. La entrada resulta imponente. Tras pasar el obelisco, se llega ante la estatua de Ramsés II, su gemela está en París. Después los dos colosos del faraón. El primer patio precede a las catorce columnas campaniformes. Después, el Patio de Amenofis III, la Sala Hipóstila, el Vestíbulo, la Habitación de Ofrendas, el Sagrario, la Cámara de Amenofis III, la Sala de Columnas y la Sancta Sanctorum.
A través de la Avenida de las Esfinges, llegaban los sacerdotes al templo. Cada año se celebraba la procesión en honor del dios Amón- Ra. En realidad, la Avenida era mucho más amplia pues llegaba hasta donde está el Templo de Karnak. Tenía tres kilómetros de longitud aunque en la actualidad solo se conserva una tercera parte.
Al acercarse al templo, una enorme estatua aparece tumbada en el suelo. Está medio deteriorada pero se aprecia la majestuosidad que debió tener en sus orígenes, con sus 11,65 metros de altura. Es una de las representaciones de Ramsés II, una de las que adornaba la entrada al Templo de Luxor. La otra está situada en París pues Mamad Alí se la regaló al rey francés Luis Felipe para que la pusiese en la Place de la Concorde en 1831.
Detrás de la entrada se levanta la Mezquita de Abu el-Haggag. Es por eso por lo que el templo no ha sido excavado del todo. Fijándose en los bellos relieves hititas, se aprende como se representaba la Batalla de Qadesh o todos los rituales que se llevaban a cabo en el templo en honor de los faraones.
Uno de los elementos que más sorprenden en el templo de Luxor es el juego que se realizó con la luz solar. El templo, dedicado a Amón – Ra, el astro solar y principal dios del panteón egipcio, es testigo cada tarde del mismo ‘milagro’: un rallo de luz desciende hasta rozar el coloso en granito negro de Ramsés II sentado en su trono en la entrada de la columnata campaniforme. El mismo rayo de sol ilumina, uno a uno, las columnas, colosos, relieves de Ramsés II, Nefertari, Amenofis III y Tutankhamón, cada uno de los faraones que participaron en su construcción. Así, la piedra se convierte en fuego cada atardecer, en la bella Tebas.
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Templo de Luxor
Corniche el-Nil,
Luxor
Horarios : De 9:00 h. a 13:00 h. y de 4:00 h. a 21:00 h. entre octubre y abril. El resto del año abre de hasta las 22:00 h. por la noche.
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