En el centro de Torremolinos se encuentra una serie de callejones estrechos y sin salida inesperados en donde se destaca la calle peatonal de San Miguel, siendo una de las principales atracciones de esta ciudad turística.
La pequeña pendiente de la calle al lado del paseo hace que sea un lugar agradable para un paseo durante la noche y disfrutar de la vida nocturna que la ciudad ofrece. La mayoría de las tiendas de recuerdos de la ciudad se encuentran aquí, así como cafés y restaurantes con vistas increíbles al mar. El fin de semana durante el verano en la calle San Miguel se levanta un mercado, donde se pueden comprar cosas completamente únicas e incluso comida. Recorrer esta calle es ideal hacerlo en cualquier época del año en donde también podrá notar que los balcones y ventanas de las casas están por lo regular adornadas con flores. También podrá deleitarse con los postres de las tiendas de dulces que se encuentran a lo largo de esta celebre calle.
Aproximadamente en medio de la calle, más cerca del hotel Cervantes, se encuentra la pequeña y encantadora plaza Europa, en el centro de ella se encuentra la estatua de Europa, la celebre figura mitológica que se encuentra representada montada sobre un toro, hay varios arboles alrededor, cada árbol representa a cada país miembro de la Union Europea.
Al final de la calle, antes de bajar al paseo marítimo y a las playas, hay una plaza que cuenta también con muchos cafés y tiendas. Justo al bajar por el paseo marítimo se encuentra La Torre Pimentel, que antes era llamada La Torre de los Molinos (que da nombre a la ciudad),y que fuera construida en 1497.

Una vez al año, la calle San Miguel se convierte en el centro de la vida religiosa. La extravagancia de San Miguel, que es una de las fiestas religiosas más importantes de Andalucía, tiene lugar en esta calle. Los lugareños por lo regular visten con trajes nacionales para participar en una de las procesiones festivas más brillantes, que se dirige hacia la iglesia de San Miguel, y luego, después de sacar la estatua, para pasar por todas las calles principales de Torremolinos, durando esta procesión alrededor de 4 horas. Ese mismo día de la celebración, la ciudad se transforma: se abre una feria, llegan peregrinos en carros de vivos colores, bailes, cantos y los fuegos artificiales no cesan hasta la mañana.