Trieste fue colonia romana, así lo demuestran los antiguos restos que se encuentran repartidos por la ciudad, entre los que destaca el Teatro del siglo II d. C. En el año 1382 entró a formar parte del imperio de los Habsburgo y en 1719 su historia cambió de rumbo al adquirir la categoría de Puerto Franco. Ésta fue una época de desarrollo económico, social y urbanístico. Pero quizás el momento cumbre del desarrollo arquitectónico de la ciudad fue el siglo XIX, en el que se edificaron interesantes monumentos como el Museo Revoltella, de estilo neorenacentista, la Galería de Arte Moderno y el Palacio Carcioti, entre otros.