El famoso tesoro de Jávea, descubierto entre esta localidad y Benitachell en el año 1904, demuestra la existencia de un primitivo asentamiento ibérico en estas tierras. La ciudad creció en el interior de una ensenada, bajo la protección de la iglesia fortificada de San Bartolomé, que defendía la zona de las posibles incursiones piratas. En el siglo XX la ciudad extendió sus límites hasta el puerto. En la actualidad es uno de los destinos vacacionales más importantes de Alicante, que ofrece al visitante, playas maravillosas y modernos servicios turísticos.