El arte en Zimbabue cuenta con numerosas joyas artísticas de interés. Hay un amplio abanico de muestras tanto arquitectónicas como pictóricas, escultóricas y de arte tradicional.
En arquitectura destacan dos tipos de conjuntos arquitectónicos claramente diferenciados: por un lado, las construcciones del antiguo Reino de Monomotapa, donde destaca el templo de forma elíptica decorado con motivos fálicos y anillos irregulares y la Acrópolis, fortaleza que guardaba al templo; y por otro, restos de construcciones antiguas de distintas etnias como las ruinas de Khami y Dhlo Dhlo y el arte parietal de los bosquimanos, que ya no habitan el país, y que se pueden admirar en los llamados Matopos.
Como muestras pictóricas destacan las que se pueden contemplar en la Galería Nacional de Harare, la capital del país.
Las estatuillas y máscaras realizadas en maderas nobles por los Shona y Matabelés resultan muy atractivas como también los reposa-cabezas bellamente decorados por los Shona.
Otros ejemplos culturales fascinantes son las narraciones que de padres a hijos se van pasando, de generación en generación, y que cuentan los principales avatares de las etnias. Se distinguen, además, las danzas y ritmos tradicionales, que son espectaculares.