En los caminos de Braga a Gerês aparece la Pousada de Amares, Santa Maria do Bouro, resultado de la restauración de un monasterio cisterciense del siglo XII, uno de los más característicos de ese periodo en Portugal, un trabajo destacado del arquitecto Eduardo Souto de Moura, galardonado con el premio Pritzker 2011, el premio de arquitectura más importante a nivel internacional. Este fantástico hotel en Gerês, rodeado por deslumbrantes jardines así como perfectamente restaurado y adaptado a los tiempos actuales, se ha convertido en un templo de la tranquilidad. La Pousada de Amares se encuentra a escasos minutos del Parque Nacional de Peneda-Gerês, donde puede vivir una experiencia única en medio de fascinantes paisajes. Además, la Pousada está a pocos kilómetros de la ciudad de Braga, uno de los principales centros religiosos de Portugal y conocida por sus iglesias barrocas, maravillosas casas del siglo XVIII y elaborados jardines y parques. Toda la Pousada es un laberinto de sorpresas, destacando la chimenea del comedor de los monjes, uno de los lugares más bonitos que se pueden encontrar en su interior. Desde el exterior de este hotel de O Gerês, los huéspedes podrán disfrutar también de un entorno de extraordinaria belleza natural y paisajística. Las 32 celdas fueron reconvertidas en confortables habitaciones, adaptadas a las comodidades que requieren los alojamientos de lujo modernos. Tienen vistas panorámicas de la sierra y están equipadas con televisión por cable, minibar y cuarto de baño privado. El restaurante, considerado uno de los más hermosos de Portugal, ofrece una excelente gastronomía puesto que la región de Minho es una auténtica joya de la gastronomía portuguesa. Sus altos techos y las paredes de piedra maciza ofrecen un aura y un viaje al pasado únicos. Una cosa es cierta: quien lo visita es muy probable que vuelva. En él se pueden degustar especialidades como las papas de sarrabulho (guiso de carnes variadas) y la lamprea a la bordalesa. Entre las actividades disponibles cerca de la Pousada de Amares están el piragüismo, la pesca, las excursiones a pie y los paseos a caballo. Los antiguos aposentos de los monjes de la Orden del Císter invitan a una estancia en la que es posible viajar en el tiempo y donde el sonido de las campanadas le proporcionará una experiencia agradable y única. .Impuesto municipal de 2 EUR por persona y noche de pago directo en el hotel para mayores de 12 años