Un contraste bien combinado de formas y colores recibe a los clientes del restaurante. Aquí se encuentra la misma elegancia que en el hotel, pero en un estilo moderno. Las sillas de distintos colores, lilas y color crema, las luces tenues en la pared de imitación de ladrillo y que caen directamente sobre las mesas redondas y cuadradas, crean un ambiente íntimo e informal que acompaña a los huéspedes durante una experiencia refinada para el paladar. La selección de menús varía desde la cocina local a la internacional, y de la carne al pescado, bajo el experto mando de un chef con experiencia demostrada. Una bodega a la vista muy pintoresca, creada en vidrio, aporta un ambiente refinado y exclusivo. Un salón de banquetes, con luz natural, está disponible para funciones privadas y tiene capacidad para hasta 450 personas.