Tomó su nombre de una de las más importantes personalidades de la ciudad. Se encuentra en un palacio magnífico, construido en los siglos XVI y XVII. Está situado en la zona más atractiva de la ciudad, entre muchos monumentos renacentistas.
El restaurante es muy luminoso y ofrece cocina internacional y regional. Algunos de los platos típicos de esta zona son: morcilla y ensalada de perdiz. De postre sirven una gran variedad de pasteles como "Suspiros de monja".