Es un castillo señorial escocés, un hito del patrimonio canadiense con un siglo de tradición en hospitalidad y servicio profesional. Se encuentra en el entorno del parque nacional, que engloba montañas majestuosas, un paisaje extraordinario y un refugio de vida salvaje en unos alrededores seguros. La nueva y amplia área del vestíbulo ofrece ventanas de veinte pies con vista a la Cadena Montañosa Sulphur. El mostrador de la recepción tiene un poste de roble con lámparas con luces ordenadas y adornadas. Detrás del mostrador de la recepción hay una enorme pared de Rundle Roack. Este rasgo único de la pared exterior original, conservado durante la restauración.

Ubicado entre las cimas nevadas de las Montañas Rocosas de Canadá, el hotel es un sí­mbolo mundialmente conocido de la hospitalidad canadiense desde 1888. Su mezcla de opulencia y aislamiento ha sido emblema de la majestuosidad de las Montañas Rocosas durante más de 100 años.

Una experiencia culinaria internacional con 12 puntos de venta de comida y bebidas de la temporada que incluyen, desde una tienda 24 horas de delicatessen, hasta tiendas de especialidades bávaras, italianas, japonesas y canadienses.