Todas las habitaciones tienen calefacción y aire acondicionado individual, además de un cuarto de baño. Las camas son amplias: las individuales miden 1,35 m de ancho, mientras que las dobles miden 1,5 m de ancho. Todas las habitaciones son luminosas y tienen ventanas con vistas a la calle Muntaner o al patio interior, con arquitectura propia de la zona del Eixample. Hay una cocina equipada con todos los utensilios necesarios para cocinar y hay también una lavadora. Los huéspedes podrán tomar té, café o un refresco en cualquier momento sin cargo adicional. El salón es espacioso y cuenta con una TV por cable/vía satélite y con un reproductor de DVD. En la decoración del apartamento predomina el color blanco, dando una sensación de limpieza, orden y confort. Además, cuenta con varias piezas de mobiliario barroco, como pequeñas mesas, sillones y cómodas, dando al apartamento su propio estilo y personalidad.