Este hotel, situado en el norte de la isla paradisíaca de Borácay, ofrece un alojamiento asequible en un lugar ideal para amantes de todo tipo de deportes acuáticos. Se encuentra a escasa distancia de la magnífica Playa Blanca, conocida por sus amplias extensiones de arena fina y aguas azul turquesa. Allí, los huéspedes podrán disfrutar de varias actividades acuáticas como el windsurf, jet ski, submarinismo y hasta un emocionante recorrido en barco banana. Tras un activo día en la playa, los huéspedes podrán saborear su comida y té en el restaurante a la carta, recibir un masaje relajante o descansar en las elegantes y confortables habitaciones, que cuentan con todo lo necesario para una estancia agradable. El hotel sirve un desayuno continental, pero, si es más cómodo para ellos, los huéspedes también podrán utilizar las cocinas comunes. El hotel también dispone de cafetería y servicio de alquiler de bicicletas.