El hotel tiene aire acondicionado, abrió en abril de 2009 y cuenta con una ubicación central en Christchurch, por lo que ofrece un acceso práctico a todo lo que se encuentra en el recorrido del tranvía, incluido el pintoresco río Avon, para unas vistas sin igual y despejadas, acabados de lujo y un servicio de primera, que convierte al hotel en una pieza principal del estilo de Nueva Zelanda. Las instalaciones a disposición de los huéspedes en este hotel, dotado de 171 habitaciones, incluyen vestíbulo con recepción 24 horas, servicio de cambio de divisas, bar, restaurante, instalaciones para conferencias, conexión a Internet WiFi, servicio de lavandería y aparcamiento.