El hotel data de principios del siglo XX y conserva muchos elementos originales. El establecimiento se encuentra a 5 minutos a pie del centro y está rodeado de jardines paisajísticos. Ofrece habitaciones con baño privado y conexión Wi-Fi. Los huéspedes pueden relajarse en el jardín y en el patio de la parte trasera del establecimiento. Este establecimiento está a 200 metros de la estación de trenes de Kent y a 15 minutos en coche del aeropuerto de Cork. La piedra de Blarney se encuentra a sólo 8 km y Kinsale, a 30 minutos en coche.