El hotel funciona en una amplia y hermosa casona colonial, donde se celebraba la tradicional fiesta del Cruz Velacuy del señor de Ceniza, el cual ha sido restaurado buscando preservar las características típicas de arquitectura colonial para así dar un reconocido atractivo a nuestros turistas. Cuenta con 30 habitaciones, dos patios y un zaguán, elementos característicos de la arquitectura colonial cusqueña, la fachada tiene tres balconcillos de madera con hermosos tallados típica de una casa colonial y un área de reposo de ensueño.