Este antiguo palacio y convento emerge después de años de restauración para convertirse en uno de los hoteles más exclusivos de la ciudad. Sus muros de piedra inca, el patio del claustro y la antigua fuente son testigos de un pasado señorial. Pero bastará adentrarse un poco más para descubrir el Cuzco contemporáneo –un fabuloso spa, la primera piscina al aire libre de la ciudad y un elegante restaurante que ofrece lo mejor de la gastronomía local.