El hotel es un buen ejemplo de los elegantes edificios que ocupan las calles de Bournemouth y fue en el siglo XIX la casa de verano del duque de Norfolk. Las 95 habitaciones son espaciosas, con baño privado y han sido diseñadas con elegancia y equipadas con todo detalle. El hotel también dispone de un salón social y bar, un moderno restaurante, al estilo de un jardín de invierno y una amplia gama de salones para eventos y banquetes, con capacidad de 2 a 150 personas.
Situación: en el corazón de Bournemouth y a 800 m. de las playas de arena dorada de la ciudad.