Este pequeño e íntimo hotel está situado justo frente al mar, rodeado de palmeras. Ofrece un ambiente adecuado para familias y sus instalaciones incluyen vestíbulo, caja fuerte, bar, restaurante, servicio de lavandería y aparcamiento para los huéspedes que lleguen en coche.
El hotel está apartado en la costa oeste de Praslin, en medio de árboles takamaka, cocoteros y abundantes y coloridas plantas tropicales. Está situado a un corto paseo de Grand Anse, la playa más larga de la isla.
El restaurante, que da a la playa y a las islas, sirve una deliciosa cocina local e internacional en un entorno acogedor e informal.