Junto a un precioso paisaje de más de 300.000 plantas y árboles tropicales se extiende este complejo de playa sobre 4,8 hectáreas de un pintoresco terreno lleno de belleza y uno de los paisajes más hermosos de la isla. Junto a los 174 espaciosos chalés y suites se halla el puerto deportivo privado y la playa, que tiene el blanco de las perlas, se extiende de un extremo a otro del complejo. Dispone de aire acondicionado y cuenta con vestíbulo con servicio de salida y recepción 24 horas, servicio de cambio de divisas, guardarropa y quiosco de prensa. Podrá relajarse en el bar, la sala de juegos o la cafetería, o comer en uno de los 2 restaurantes. Además, hay instalaciones para conferencias a su disposición, así como aparcamiento, garaje y, por un suplemento, servicio de habitaciones y de lavandería, alquiler de bicicletas y conexión a Internet WiFi. Los más pequeños podrán divertirse en el club infantil y jugar en el parque.
El hotel está situado a solo 3,2 km al sur de las encantadoras calles y tiendas de Kralendijk, la capital de Bonaire, y a 800 m al norte del aeropuerto.
Cada mañana se sirve desayuno continental y de bufet; el almuerzo y la cena son de bufet o a la carta.