Aunque el hotel está bien equipado con todas las comodidades modernas, la tradición está bien representada con tí­picos platos de Cerdeña, a menudo olvidados hoy en dí­a, y con artí­culos especiales que solo se hacen allí­. El perfume de olivos silvestres, enebro, mirto, encinas, plantaciones de alcornoques, madroños y brezo, junto con el canto de los pájaros, dan una cálida bienvenida a los huéspedes. Las instalaciones del hotel incluyen vestí­bulo, restaurante y servicio de alquiler de bicicletas.

Este pequeño hotel adecuado para familias está inmerso en un emplazamiento verde natural y en su mayorí­a sin contaminar, situado a 25 minutos de Cagliari en la región de la montaña Sette Fratelli.