Se ofrece una cocina basada en sabrosos productos naturales de la región. Las exquisiteces tí­picas son arroz con morcilla, queso fresco burgalés y pescado fresco de rí­o, como la trucha. El restaurante sirve también sopas de estilo arriero y estofados a base de ajo, pimiento, cebolla y pimentón, como por ejemplo, el ajo carretero (cocido de cordero con tomate, cebolla y ajo) o el ajo pastor. Las sopas se sirven acompañadas de la tradicional torta de aranda, un pan redondo elaborado con aceite de oliva. El cordero, asado en horno de leña lenta y cuidadosamente, es un plato que no se puede perder. Pruebe los deliciosos postres de los libros de recetas del palacio, como las cañas del duque rellenas de crema de vainilla, el pastel de membrillo y la dulcerí­a en sartén. Los campos de la Ribera del Arlanza cosechan unos vinos excelentes con un carácter muy distintivo; la uva del tempranillo o del tinto fino, como es conocido localmente, produce un vino tinto magní­fico.