El hotel combina una elegancia simple con un estilo clásico griego, lo que en conjunción con su ubicación en una colina con el aroma del romero y sus vistas panorámicas al Mediterráneo crean el entorno perfecto para disfrutar de unas idílicas vacaciones relajándose al lado de las azules aguas de la piscina, en los deliciosos jardines de los alrededores, con una copa de vino o viendo la puesta de sol al anochecer en compañía de la luz de las velas del chiringuito de la piscina. El hotel armoniza con su entorno y ofrece un ambiente incomparable de paz y tranquilidad. Además de 40 habitaciones, este establecimiento climatizado dispone de un vestíbulo con servicio de salida y recepción 24 horas, caja fuerte, servicio de cambio de divisas y sala de TV. Los huéspedes podrán comer y beber en la cafetería, el bar y el restaurante. Por un suplemento hay conexión inalámbrica a Internet disponible y los que lleguen en coche pueden dejar su vehículo en el aparcamiento del recinto.