Mezcla sutil de tradición y modernismo que se conjuga con una decoración minimalista, natural y depurada y la autenticidad del artesanado marroquí. El cliente podrá disfrutar de la vida oriental relajándose tomando un té de menta o un cocktail de frutas frescas en uno de los pequeños salones exteriores, en el patio o al borde de la piscina. También está invitado a la relajación en el solarium, el baño turco o la sala de masajes. El hotel pone a disposición del cliente 8 habitaciones con baño privado, todas climatizadas, dos de ellas con chimenea y algunas con salón interior o exterior, todas con una mezcla de sencillez y confort moderno.
Situación: facil acceso y a las puertas de la medina. A pocos metros del centro ciudad y de la plaza Jamaa El Fna y de sus zocos.