La Pousada de Marvão, integrada en el trazado típico de las casas de la ciudad, destaca por su atmósfera acogedora y tranquila. La ciudad medieval de Marvão sorprende por su autenticidad, encerrada entre murallas que datan del siglo XIII. Dos casas de Marvão fueron adaptadas fácilmente al estilo de una Pousada con encanto, surgiendo así la acogedora Pousada de Santa Maria. El bar restaurante ofrece unas vistas inigualables, así como ratos inolvidables asociados a la gastronomía regional y al arte de la hospitalidad. Este hermoso hotel de Marvão tiene la ventaja de que está situado en una de las ciudades más emblemáticas del Alentejo, conquistando a sus visitantes por la majestuosidad de su paisaje. Asimismo, Marvão ha conservado su burgo de caserío blanco a lo largo de los años, no permitiendo que la arquitectura moderna lo perturbe. La Pousada de Marvão presenta diversas características que la convierten en un lugar de preferencia. El ambiente de las habitaciones y las zonas comunes es acogedor, la decoración es sencilla y la atmósfera casi familiar. Las habitaciones de este hotel del Alentejo se adaptan a dos tipos de gustos completamente distintos: algunas ofrecen vistas magníficas del extenso paisaje montañoso, mientras que otras dan hacia el interior de la localidad, sumergidas en calles medievales, callejones y bocacalles con casas tradicionales de la región en las que predominan el granito y la cal. La Pousada de Marvão tiene 31 habitaciones en total, equipadas con aire acondicionado, teléfono y televisión por satélite. El restaurante panorámico de la Pousada sirve manjares tradicionales de la región, y su situación lo convierte en un auténtico mirador desde el cual se divisan tanto la llanura del Alentejo como la española, así como la Serra da Estrela. En los alrededores de este hotel con encanto los clientes pueden disfrutar de actividades como la pesca, la caza, paseos a pie o visitar el castillo de esta ciudad medieval. Al estar integrada en el Parque Natural de la Sierra de San Mamede, la belleza natural del paisaje circundante y los lugares históricos cercanos proporcionan ratos de ocio y de exploración de un patrimonio único y diverso, entre ciudades romanas, menhires, ciudades medievales y la naturaleza

Este pequeño hotel tradicional se encuentra en el norte de Portugal, en el corazón de Amarante, una ciudad medieval de callejuelas angostas y rodeada por una muralla del siglo XIV.