Hotel construido en piedra, madera y pizarra dentro de una finca con 20.000 metros cuadrados de prado. Está situado al borde de un valle de montaña con preciosas vistas a un robledal. En el interior, grandes espacios, amplias y confortables habitaciones, restaurante con grandes ventanales hacia el valle y la finca. Posee piscina climatizada y sauna.