El salón de desayuno está en la planta baja, enfrente de la recepción. Las mesas están bien decoradas con manteles de lino. Los cuadros en las paredes son de gamas de color naranja y crean una atmósfera elegante. También hay un pequeño salón junto al restaurante con mobiliario tradicional de madera y muros de piedra. Desde los enormes ventanales puede apreciarse Eglise de la Madeleine.