Detrás de su magnífico fachada, pasado el portal, símbolo de grandes moradas, el hotel les acoge en una decoración luminosa y quidada. Completamente renovadas, las habitaciones son decoradascon telas de Canovas y Pierre Frey que con la presencia de la madera crean un ambiente cálido. Gozando de unn cierto eclecticismo y disfrutando de un agradable salon bar, los amplios espacios comunes del hotel poseen líneas acabadas, con colores sobríos y materias cálidas.
Gracias a su emplazamiento en una calle especialmente tranquila de uno de los barríos más animados en el centro de París, el hotel se encuentra cerca de las curíosidades más importantes de la capital, como la Opéra Garnier, la Plaza Vendí´me, la iglesia Madeleine, la Plaza de la Concordia y el Louvre.