El estilo arquitectónico de este complejo de playa está muy influenciado por técnicas de construcción del este de África. Consta de un total de 98 habitaciones y 2 Junior suites. El hotel cuenta, además, con su propio jardín y está dotado de tres restaurantes, una amplia piscina, bar, discoteca, instalaciones para conferencias y una empresa de submarinismo. También se ofrece servicio de lavandería.
Situado en la pintoresca costa nordeste de Zanzíbar, el complejo da al océano índico color turquesa y es, como su propio nombre indica, un pequeño trozo del paraíso. Se encuentra a un trayecto serpenteante de 45 minutos del aeropuerto de Zanzíbar, pasando por un escenario totalmente virgen y por típicos pueblos africanos donde el estilo de vida ha cambiado muy poco en cientos de años.