En el mismo bosque, a la orilla de un espectacular lago, se esconde una propuesta arquitectónica única,merecedora de la mención de honor de la octava Bienal de Arquitectura Mexicana, que combina sencillez, funcionalidad y respeto por la naturaleza. Situado a las afueras de Valle de Bravo, es un lugar ideal e irrepetible para los viajeros que quieren gozar de la naturaleza sin renunciar al estilo y confort. Alojarse en él significa mucho más que beneficiarse del lujo de un hotel boutique; implica disfrutar de la calidez y los colores de la cultura mexicana, y la aventura al aire libre. Las increíbles suites gozan de unas incomparables vistas al lago privado del hotel y de una estructura que convierte la vegetación del entorno en parte de su decoración. El Spa ofrece un escenario despampanante de exuberante vegetación, con suaves aromas, bañado por manantiales naturales.