Para comidas formales en el hotel está el restaurante Morels, que sirve productos locales frescos preparados por chefs de talento en un elegante comedor revestido con paneles de madera. Para una comida más relajada está el bar Clarets, que ofrece una estupenda selección de aperitivos y platos cada día. Cuando las condiciones meteorológicas lo permiten, hay una terraza donde se puede disfrutar de una bebida o comida y cuando el tiempo no acompaña hay abundantes sofás profundos de terciopelo en los que acomodarse.